MONTSE ORDÓÑEZ
Montse Ordóñez ha dado un salto enorme en su decir poético plantándose en el limes del bosque donde el amor comienza a cubrirlo todo. La visión de la noche llena sus versos de misericordia, sólo para entrar de nuevo en la desesperanza de una oscuridad que no termina.
Miguel Veyrat
El párpado de los durmientes
Todo el frío de un invierno
no cabe en un corazón
desprovisto de la ternura
del que no ve ni siente
el parpadeo de un durmiente
Toda la primavera se marchita
en el alma implacable
del que va a la guerra a perder
con el orgullo de un dios
y la misericordia de un pobre
Todos los veranos decrecen
en la entraña del que sin dudar olvida
el tímido gesto de la lágrima
que vence
a su propio miedo
a su miseria
y al perdón
Todos los otoños se ahogan
en la congoja del que siente
la sed y el hambre
del que poco a poco
se deja arrastrar por el silencio
de los caminos viejos
Así siempre
quedando un árbol al fin de la noche
en el margen callado
donde mueren los ríos.